Tiempo de Cuaresma…

Tiempo de Cuaresma…

Hoy Domingo de Ramos, finaliza la cuaresma, los 40 días que transcurren desde el miércoles de cenizas hasta el domingo de entregar las palmas para preparar las cruces benditas. Yo crecí en un ambiente católico, donde las fechas emblemáticas tenían un tiempo especial en nuestra casa. Recuerdo con especial cariño, aparte de la Navidad por el nacimiento de Jesús, el de la Cruz de Mayo, donde cada año debíamos vestir una cruz de madera que mi mami tenía destinada para ello. Ella se ocupaba de comprar el papel de seda del color que le gustara para ese año (o consiguiera mejor dicho) y preparaba un engrudo de almidón para pegar los cucuruchos (pequeños conos) que hacíamos de papel. En mi memoria guardo dos de estas decoraciones a la cruz, uno que hicimos de color blanco combinado con el de Nazareno, ese morado intenso y característico y otro de color turquesa que me parecía portador de paz.

En Semana Santa, la tradición de mi familia era la de siempre, prepararnos para la celebración lo más espiritual que se pueda. Recuerdo los Jueves Santos que se visitaban los siete templos pero que no era muy común en mi familia hacerlo porque la logística para salir con todos nosotros era un poco que difícil y mi mami se las ingeniaba para que conociéramos esta parte de la costumbre pero sin salir de casa. Este día se organizaba todo para la celebración del día siguiente, el Viernes Santo, donde no se podía hacer ningún tipo de oficio, sino orar y escuchar la radio donde transmitían desde la Catedral, las siete palabras acompañada la programación de música sacra. Debo confesarles que para mí, el mejor momento de la semana era el de la resurrección, no solo por lo que implicaba el renacer de Jesús, sino que en mi mente de niña volvían a la programación habitual, tanto en la radio como en la televisión, donde durante toda esta semana nos saturaban de las películas bíblicas.

La comida para la Semana Santa era prácticamente la misma año tras año. El Viernes Santo comíamos hallaquitas de maíz con anís o pimentón, las cuales eran preparadas el día anterior porque no se hacía nada laborioso este día. Después de la Resurrección, comíamos el bacalao con papas y tomate, era delicioso y recuerdo siempre a mi mami en la cocina, desalando el bacalao para su preparación. También recuerdo a mi mami preparando el carato de piña. el cual era siempre repartido a los vecinos, salíamos a entregarlo con tanto orgullo, como les gustaba a los amigos el recibir esto… Recuerdo también que durante esta semana no se debía de comer carne, inclusive, durante la cuaresma, los días viernes no está permitido hacerlo, solo debíamos comer pescado, de allí que este ingrediente escasea y se pone por las nubes para estas fechas. Siempre nos decían que era un pecado comer carne y si lo hacíamos nos convertiríamos en peces… esto paso a ser algo sagrado para nosotros y después simplemente lo cumplíamos como tradición.

Me ha tocado visitar a España para el tiempo de Cuaresma y siendo un país tan católico, me encuentro con una Gastronomía de Semana Santa  bien extensa, sobretodo en cuestiones de dulces ya que por la costumbre, hacen los ayunos de cuaresma y para reponerse, se acostumbra a comer estas delicateces.

Aquí les voy a dejar dos recetas tradicionales y bien ricas, las comí en Madrid la semana pasada, no las he preparado en casa aún (no creo que las prepare este año). Las receta son Torrijas, esas rebanadas de pan que se fríen y se sirven con azúcar y canela, tomada del blog de Javi Recetas http://javirecetas.hola.com/?s=Torrijas y de las Rosquillas de anis con la receta de Karlos Arguiñano http://www.hogarutil.com/cocina/recetas/postres/201404/rosquillas-fritas-semana-santa-24473.html

PhotoFusion (66)

PENSAMIENTO PARA HOY:

«Contar la historia es lo más importante de todo, así es como permanecerá contigo la gente que amas por siempre» – Tomado de la película Australia

Compartiendo con mi amiga en Madrid, quien es una persona melómana de naturaleza, cantamos a rabiar esta canción de Carlos Morean, Si Estas Triste, años ’60. Son canciones que nunca pasarán de moda en nuestra memoria, marcaron momentos alegres de nuestra juventud, donde eramos felices y no lo sabíamos…